~ Las Vueltas de la Vida ♥ Capitulo 12

Capitulo 12: Paula.

 

No podía creer lo que veían mis ojos. Ya se que no tengo ningún derecho a quejarme, porque no era mi novio pero me dolía tanto verlo así con Paula. No sé, tal vez, y sin darme cuenta, me estaba enamorando de él. De su sonrisa compradora y de sus ojos que cada vez me hipnotizaban más. Pero no, no es posible, el esta con su novia, feliz y con un futuro hecho. Voy a tener que resignarme a él aunque se me haga difícil, él no es para mi, y en el caso que de lo fuera el destina se encargará de unirnos.

Me quedé paralizada en la puerta, mirando esa escena de Peter y Paula a los besos. No reaccioné hasta que Paula me saludó con una sonrisa alegre en su cara, en ese momento reaccioné y traté de disimular mi cara de tristeza y me dirigí a mi banco. En él ya se encontraba Eugenia que había observado toda la escena. No me dijo ninguna palabra solo me miraba. Observé mi reloj, solo faltaban unos minutos para que suene el timbre así que decidí comenzar a sacar mis cosas: libros, lapicera y  mi cuaderno “personal”, lo podríamos llamar. Si había algo que me gustara mucho de verdad era el arte, ya sea dibujar como también cantar, bailar, actuar, tocar la guitarra, en fin el arte en general, por eso tenía un cuaderno donde me explayaba de la manera que quisiera. A veces dibujaba y otras veces escribía, cuentos o canciones, y a estas últimas también les componía la música.

Eugenia: Te gusta Peter, ¿no? – me preguntó la rubia mirándome con sus ojos celestes. Penetrantes.

Lali: ¿No estabas enojada conmigo? – le pregunté para no tener que responderle esa pregunta que tanto me incomodada.

Eugenia: Solo estaba molesta, porque pensé que te gustaba Nico. Pero puedo ver en tus ojos que, el verdadero hombre que te robó el corazón, fue Peter.

No me atreví a contestar esa afirmación, porque ni siquiera me lo había preguntado, Eugenia estaba segura que me gustaba Peter, no tenía ninguna duda. ¿Tanto se me notaba? Bajé la cabeza en señal de que me incomodaba su afirmación y, como no lo negué, Eugenia mostró una sonrisa en su rostro sin dejar de mirarme.

Eugenia: Si te soy sincera –me dijo bajando el tono de voz - me encantaría que Peter tuviera cualquier otra novia, que no sea Paula – dijo “en confidencia” la rubia mientras se aseguraba que nadie la escuche.

Su comentario me llamó mucho la atención pero no pude evitar sonreír.

Lali: ¿Por qué? – le pregunté con esa sonrisa en mi rostro.

Eugenia: ¿Te cuento la historia larga o la corta?

Lali: La que vos quieras…

Eugenia: Peter y yo nos conocemos desde el preescolar, somos amigos de toda la vida, él es mi mejor amigo y yo la suya. – Comenzó a recordar la rubia con una cara de felicidad – Él era un chico muy especial, tanto que en una momento llegué a enamorarme, cuando era solo una niña. Siempre fue un soñador y, a medida que iba creciendo no dejaba su infancia de lado, era un adolescente con alma de niño, un niño muy inocente. Él te saca una sonrisa aunque estés mal y nunca abandona a un amigo, siempre estaba para mí. Pero… - Siempre hay un “pero”, pensé. Eugenia cambió su cara de felicidad y puso una muy parecida a lastima o pena. Continuó. – Pero, de ese Peter no queda mucho hoy en día. Él cambió mucho al conocer a Paula, hace un año. Paula entró a nuestro curso el año pasado, así como la ves ahora decidida, testaruda, egoísta, egocéntrica, cerrada, controladora, manipuladora, etcétera, etcétera, etcétera. Peter se enamoró de ella, o le llamó la atención sus actitudes, sus aires de superioridad la verdad no sé que le vio. Ella comenzó a manipularlo, a controlarlo, le llenaba la cabeza contra nosotros, sus amigos, ya que estábamos en contra de su noviazgo. Gracias al egoísmo de Paula, solo lo quería para ella sola, quería aislarlo del mundo y que su mundo fuera solo ella y lo logró. – Mientras la rubia dijo esas últimas palabras los observaba con su mirada triste.

No sabía que decirle, era un historia bastante triste y ni me quería imaginar como hubiera sido vivirlo en primera persona, ver como tu amigo es succionado, como de a poco lo alejan de vos en contra de su voluntad.

Lali: Seguro fue horrible… - dije en voz alta, pero en realidad era un pensamiento que se me había escapado.

Eugenia: - Se voltio hacía mí para mirarme y dijo – Si bastante, pero ahora que lo considero todas sus novias le hicieron mal, o lo lastimaban, lo usaban, pero como está última ninguna. Paula es la peor de todas… - se lamentó la rubia. Hubo un silencio incomodo en él cuál Eugenia la miró y comenzó a sonreir. – Me caes muy bien – dijo cambiando de tema.

Lali: Vos también – Llegué a decir con una sonrisa en mi rostro y justo suena el timbre. Todos se acomodan en sus lugares, entra el profesor de Matemática y comienza la clase.

Continuará…