Capitulo 13: Peleas.
Pasó la hora de matemática, de lengua, de historia y al
fin sonaba ese tan deseado timbre de salida que todos los días lo esperamos
ansiosos. Guardé mis cosas en la mochila con una sonrisa en mi rostro, porque a
pesar de la imagen desagradable y poco apetitosa que tuve que presenciar me
había hecho una amiga. Eugenia y yo terminamos pasando todo el día juntas
hablando de diferentes temas, razón por la cuál Nico nos observaba con una
expresión de confusión en su rostro. Además, la rubia, me había presentado a
sus amigas Candela, María, Daniela, Daki ...
Crucé la puerta principal y aspiré profundamente aire
natural, que no se comparaba con el olor a “humanidad” que había en mi colegio.
La calle estaba desierta, todos había huido despavoridos, excepto yo, que siempre
me tomaba mi tiempo para todo. Comencé a
caminar hacia la esquina, metí la manos en el bolsillo de mi campera ya
que hacía algo de frío pero mi campera no era suficiente para detenerlo. Llegué
a la esquina y me encontré con una auto, una camioneta 4x4 negra con vidrios
polarizados, que se detenía frente a mi. El vidrio polarizado se deslizó hacia
debajo de manera continua, y de a poco dejaba ver al conductor. Peter. Me
miraba a los ojos y yo a él. Esos ojos verdes que me encantaban pero no iba a
caer, el estaba con Paula. Esquivé el auto y comencé a caminar hacia mi casa.
Cuando Peter vio lo que hacía gritó mi nombre como señal de alto pero hice que
no lo escuché y seguí, por eso él se vio obligado a bajar del auto y me frenó
tomándome de la muñeca.
Peter: Te llevo – dijo.
Lali: No gracias, prefiero caminar – dije mientras, de
manera brusca, quitaba mi muñeca de su brazo para poder seguir, pero el la tomó
de nuevo, esta vez con más fuerza.
Peter: Hace frío, te llevo en el auto y punto. – dijo
llevándome de manera “obligada” hacia su auto.
Me hizo subir y aunque quería, imponía un poco de
resistencia para no parecer fácil. Cerró la puerta del acompañante y se dirigió
hacía el lado del conductor. Se subió y puso el coche en marcha. Al principio
estábamos los dos callados pero decidí romper el silencio incomodo que había.
Lali: ¿Es tuyo el auto?
Cuenta Peter
Estábamos en mi auto, callados. Ninguno se animaba a
emitir ni una palabra hasta que la morocha que me volvía loco rompió ese
silencio que nos separaba.
Peter: Regalo de cumpleaños del año anterior – le contesté
con simpleza.
No me contestó, ni me hablaba. Se limitaba a mirar la
calle que tenía en frente. Como su casa no estaba muy lejos llegamos rápido.
Lali: Chau – me dijo y me saludó con un beso en la
mejilla.
Peter: Esperá – dije sujetándole el brazo para retenerla - ¿Estas enojada?
Peter: Esperá – dije sujetándole el brazo para retenerla - ¿Estas enojada?
Lali: No. – contestó de manera cortante. - ¿Por qué
debería estarlo?
Iba argumentar algo pero ella no lo permitió ya que
continuó hablando.
Lali: ¿Por qué un día me decís que te morís por comerme la
boca y al otro estas con tu novia como si nada hubiera pasado? – dijo con tono
de ironía.
No podía creer lo que escuchaba. ¿Era eso acaso una escena
de celos por parte de la petiza?
Peter: ¿Esto es una escena de celos o me parece a mi? – le
dije con tono divertido
Lali: No, no es ninguna escena de celos, ni reclamo ni
nada. – Dijo la morocha subiendo el tono de voz. – ¿Sabes que? Ándate con tu
novia, que por más insoportable que sea, no se merece que le hagas esto. ¿Estas
con ella y juegas conmigo? – siguió con tono de indignación. – Soy una tarada!
Yo que pensaba que eras bueno, sensible. JA JA JA me rio de las estupideces que
pensé. – Terminó diciendo mientras se bajaba de manera violenta de mi
camioneta.
Cerró la puerta de acompañante con todas sus fuerzas. No
podía creer todo lo que me había dicho. ¿Cómo iba a jugar con ella si es la
única que me mantiene vivo? Pero por más de que sea la razón de mi existencia
me había dejado con mucho bronca dentro mio, no podía entender como puede
llegar a pensar ella que yo haría algo así.
Me bajé del auto por un impulso, y la seguí. Antes que
pudiera entrar a su casa, la tomé de la muñeca y la obligué a mirarme.
Peter: ¿Como podes pensar que estoy jugando con vos? Lo
que viste hoy a la mañana con Paula, fue algo que quisiera que nunca hubiera
ocurrido. – le dije desde lo más profundo de mi corazón – Desearía haberte
conocido a vos antes que a ella.
Lali: Ahora te venía a hacer el tierno conmigo, sos
cualquiera. – Soltó su muñeca y sacó sus llaves para abrir la puerta. Pero
alguien adentro de su casa le ganó de ante mano y la puerta se abrió de adentro
y allí estaba él. De un nuevo el rubio.
Peter: Y yo soy el patético.
Continuará…
Me encanto, subi otro :)
ResponderEliminarAii pobreee! Que la calle de un beso jajajaja va a ver ai lo importante que es paula jajaja
ResponderEliminarBesoooos!! (:
me encantoooooooooooooo, maaaas
ResponderEliminarme encanta!!!!!!!!!!! no sabe nada Peter, no sabe que antes de suponer lo que pasa en realidad, hay que pregutnar para no armar lios????? creo que cuando se entere quien es el rubio se va a querer matar jjaja
ResponderEliminarespero mas nove ME ENCANTA BESOSSSSS ♥ @Inma_06
Esta muy buena tu novela sube mas :D
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