~ Las Vueltas de la Vida ♥ Capitulo 20: Horas Antes.

Capitulo 20: Horas Antes.

Viernes por la mañana me encontraba en el colegio. Ahora si estaba ansiosa por ir al baile, tenía una pareja para poder darle celos a Peter, aunque el también podía hacerlo.

Estábamos en la hora de Lengua y Literatura. Mientras la maestra nos explicaba nosotros solo estábamos concentrados esperando ansiosos de que sonara el timbre y poder salir al primer recreo del día.

Finalmente el timbre sonó pero antes de que todos pudiéramos salir del aula Paula nos retuvo. Comenzó a explicar como comenzaría el baile, que le seguiría después, en que momento se presentarán las parejas, etc. Seguía hablando y no paraba más, hasta que por fin empezó la parte que más me interesaba de todo su palabrerío: Las parejas. Había comenzado a preguntarle uno por uno cual seria su pareja. Por fin llegó a mi.

Paula: ¿Mariana? – me preguntó con aire de superioridad.

Lali: Pablo – al decir esa simple palabra ya tenía a todo el mundo mirándome. Eugenia era la única que no me miraba sino que se reía mirando las expresiones de todos. La mirada que más me dolía era la de Peter. Al principio mostraba confusión y dolor, tanto que hasta cierto punto llegué a creer que sus ojos se estaban poniendo cristalinos. Luego dejó de mirarme a mi y se quedó mirando a Pablo pero con una mirada seria y enojada. Paula, llegó a ver toda esta escena que había sucedido en segundos, pero para mi fueron años, y cambió completamente su cara de asombro. Ahora se podía ver su rostro de satisfacción y conformidad con una sonrisa gigante en el.

Luego de ese silencio, Paula, continuó preguntando sin olvidarse de agregar al final “Y yo con mi novio, Peter” para marcar más territorio, aunque ya no era necesario. O por lo meno eso creía. Al terminar salimos al poco tiempo que quedaba de recreo. Al poner el primer pie fuera del aula ya tenía encima mío manos que me tiraban hacía un lugar. Eran las chicas, a las cuales les tuve que explicar todo. Pablo tuvo que hacer lo mismo con los chicos.

Cuando terminó el “bombardeo” de preguntas por parte de las chicas, llegaron las preguntas de Peter quien me tomó del brazo y me alejó de la ronda en la que estaba metida.

Peter: ¿Pablo? ¿De verdad? – me preguntó sin introducción.

Lali: Si, es mi amigo. ¿Hay algún problema? – trate de contestar con simpleza.

Peter: ¿Encima me lo preguntas? – dijo ofendido.

Lali: No entiendo el problema, de verdad Peter. Pablo es mi amigo y como no teníamos pareja decidimos ir juntos para no quedarnos en banda. – dije minimizando la situación.

Peter: ¿Amigo? Acabas de decirle a Paula que se van a presentar en el concurso de PAREJAS. – dijo resaltando la última palabra.

En ese momento me cayó la ficha. Todos me habían mirado porque había dicho que Pablo era mi novio. Ahora entendía la cara de satisfacción de Paula.

Lali: ¡No! Que tarada… - me lamenté a mi misma. – No somos novios, no tenes de que preocuparte - Dije y salí corriendo de ahí para buscar a Paula y pedirle que me borre de la lista.

Paula estaba saliendo de la oficina del director. La tomé del brazo y agitada por lo que había corrido le dije.

Lali: Me tenes que borrar ya de la lista.

Ella me miró de arriba abajo, se rió y me dijo con simpleza.

Paula: No se puede, ya entregué la lista.

Lali: ¡Por favor inténtalo! – le dije desesperada.

Ella se soltó del bazo con firmeza.

Paula: NO puedo. – dijo con seriedad y se fue.

En ese momento me fui corriendo para explicarle todo a Pablo.

Lali: ¡Pablo! –Grité al verlo y lo tomé del brazo. – Perdón por lo que le dije a Paula, no me di cuenta, encima todos ahora piensan que sos mi novio y ya le pedí a Paula que nos pero no quiere y…- Llegué a decir hasta que me interrumpió él.

Pablo: No hay problema.

Lali: ¿Eh? – pregunté confundida.

Pablo: No me molesta que piensen que sos mi novia, si sos hermosa – dijo riendo.

Lali: Pero ahora tenes que ser mi pareja.

Pablo: Ya sé, vamos a la noche nos presentamos y después desmentimos todos o inventamos alguna pelea y que sé. ¡Pero por favor no me dejes solo!

Lali: Esta bien, pero perdóname. – dije acongojada.

Pablo: No para nada, chiquita. – dijo acariciando mi mejilla.

Continuará…